Los Señores Importantes

No hay como ser importante para no estar localizados. Una persona importante siempre está en camino hacia una distante ciudad, o hacía algún país que nunca es el suyo, porque asuntos de transcendental importancia requieren su presencia.

La importante visita a una exposición de automóviles antiguos en París puede cubrirle tres ajetreados días en su tupida agenda diurna, sin mencionar la ayuda nocturna.

El salón del automóvil, pases de moda, de maquinaria, de ordenadores; el festival de Estrasburgo, la ópera de Milán o Roma, terminan por saturar su agenda hasta, como dirían los jóvenes, petarla de actividades.

A la vuelta, los señores importantes, cuando han llegado a su lugar de localización, no están localizables. Asuntos de suma importancia o multiplicada urgencia, vuelven a requerir su presencia. Uno llega a pensar que una persona importante tiene días especiales, de cuarenta y ocho e incluso sesenta y dos horas, ya que descartando el tiempo empleado en viajes, – viajes físicos, que nadie me interprete mal –, y el tiempo de no localización, no queda tiempo material, – e inmaterial tampoco –; porque el tiempo no es ni lo uno ni lo otro, para realizar trabajo alguno.

De niño creía yo en cuentos de hadas y príncipes, brujas y lobos feroces. Todos estos cuentos me alentaban, para que cuando creciese, llegase a ser un hombre importante.
Ahora que soy adulto y me sé todos esos cuentos, – y algunos otros más también –, compadezco a los hombres importantes; porque una vida así vivida, tan plenamente dedicada al trabajo, sin apenas satisfacciones, imposibles de localizar, se me asemejan a fantasmas, fantasmas importantes, pero fantasmas al fin y al cabo.

Si alguna vez localizase a un señor importante y tuviere a oportunidad estrechar su mano, estoy convencido de que se desvanecería como un puñado de fina arena.

La verdad es que los señores importantes son como juegos fatuos, brillan y en pocos años se desvanecen sin volver a saberse nada de ellos. Definitivamente, no hay como ser importante para no estar localizado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *